
Queridos amigos:
En esta carta circular no informaré como de costumbre sobre las actividades de nuestro proyecto Tres Soles y hay una razón para ello. En los dos últimos años, los acontecimientos simplemente nos han rebasado. Presentaré mi relato por orden:
En octubre de 2017, nuestra colaboradora en Alemania, Sabine Jorkowski, y yo tuvimos una cita con la junta de la Obra Infantil Misionera en Aachen, Alemania, que ha estado incrementando todas las donaciones para Tres Soles en un 20% durante casi 20 años. En ese momento acordamos que Guisela y yo continuaríamos trabajando en el proyecto a mediano plazo hasta que encontráramos una institución o persona que estuviera dispuesta a continuar el proyecto. Sin embargo, debido al continuo deterioro de la situación, este plan se hizo cada vez más lejano.
Una de las principales razones es que el Estado boliviano nunca ha apoyado nuestro proyecto, aunque realizamos su trabajo y según las leyes vigentes estaría obligado a hacerlo pero no lo hizo. Al contrario, continuamente ha interpuesto obstáculos burocráticos. En realidad, esperábamos que esto cambiara en el gobierno socialista de Evo Morales (2005-2019), pero lamentablemente tampoco fue así. En realidad, esta actitud hostil sólo puede explicarse por el hecho de que una educación "independiente", tal como la impartimos, no es compatible con los programas de un gobierno supuestamente "socialista", que tiene indudablemente como objetivo adoctrinar a los estudiantes. La culminación de este desarrollo fue una nueva ley que establece que ninguna niña o niño puede pasar más de dos años en un hogar. Esto cuestiona todo nuestro concepto, que se basa en un exhaustivo trabajo de terapia y educación, hasta lograr una formación profesional. No tenemos razones para creer que la actitud del nuevo gobierno de Luis Arce será diferente.
Otro problema - por lo que varios posibles sucesores han declinado en los últimos años – en el que debo profundizar es la financiación cada vez más incierta del proyecto como existe ahora. Lamentablemente, nunca tuvimos un financiamiento fijo, como se entiende en el sentido convencional. Cuando se fundó el proyecto Tres Soles hace más de 32 años, fue apoyado esporádicamente por grupos y personas particulares. Al principio fueron amigos y parientes que más tarde se unieron para formar la asociación de apoyo Tres Soles Suiza. Desde Alemania, nos colaboraba la parroquia de San Conrad de Mannheim. La situación financiera mejoró considerablemente, cuando la Obra Misionera Infantil de Alemania, acordó aumentar todas las donaciones para Tres Soles en un 20% (a partir de este año solo el 10% a causa de la crisis de corona). Lamentablemente, muchos de nuestros donantes antiguos han llegado a una edad en la que es difícil involucrarse o que literalmente fallecen. No hay quien los reemplace, pues parece que la mayoría de los jóvenes europeos de hoy en día tienen otros intereses. Hace algunos años las visitas del operador turístico alemán Aventoura, que recibimos regularmente en el proyecto, se suspendieron debido a la inestable situación política. También tuvimos que prescindir de los voluntarios extranjeros porque la obtención del visado se hizo cada vez más complicada. El año pasado también perdimos a los últimos voluntarios de un programa del gobierno alemán, igualmente debido a la crisis de Corona. Tanto los visitantes como los voluntarios se convirtieron a menudo en leales donantes tras su regreso a sus países de origen.
Encontrar soluciones alternativas a las donaciones es muy difícil. Desde el principio, como muchos de ustedes saben, hemos estado produciendo artesanías (tarjetas, sobres, joyeros y productos de costura) en los pequeños talleres propios del proyecto, que se venden principalmente en Europa. Empero, con sus ingresos solo podemos cubrir una pequeña parte del presupuesto, aunque doblaríamos la producción. Además, el propósito de este trabajo es en parte terapéutico y en parte desarrollar habilidades para que los jóvenes puedan ganarse la vida en el futuro. Cabe mencionar que Gestión Social nos ha acusado varias veces de "trabajo infantil", a pesar de que los participantes son mayores de 14 años y sólo ayudan en estos talleres unas pocas horas a la semana en su tiempo libre.
Con la prórroga de la licencia funcionamiento por parte de Gestión Social, que el próxima año hubiéramos tener que realizar, además nos habríamos enfrascado nuevamente a una interminable guerra burocracia que en el pasado solía durar varios años. ¿Qué sucesor, aun con la mejor voluntad del mundo, querría comenzar de esta manera? Incluso si tuviera el valor suficiente para meterse en semejante maratón, el trámite mencionado duraría al menos dos años antes de que pudiera tomar posesión de la titularidad legal. Al final, se hubiera escapado en el último momento, cosa que ya hemos experimentado, o simplemente no habría encajado en nuestro concepto y no habría sido aceptado por nuestra población. Por nuestra experiencia, es una misión muy difícil y ya hemos sufrido muchas decepciones al respecto.
Por todo lo expuesto, tras una cuidadosa reflexión, reduciremos cada vez más el tamaño de la comunidad infanto-juvenil en los próximos seis meses hasta su disolución definitiva, ya sea hasta finales de este año o a mediados del próximo. Esto significa que tendremos que buscar una solución para cada niña y niño individualmente en un futuro cercano, por eso, este proceso dependerá también de las directrices y la colaboración de Gestión Social. En la residencia estudiantil Luis Espinal para el momento no habrá cambios, ya que nos encantaría seguir administrándola unos años más.
Ahora me gustaría añadir algunas reflexiones personales. Siempre he insistido, más recientemente durante la gira de lecturas que realicé en 2017, en que no tengo intención de seguir dirigiendo el proyecto cuando tenga más de 60 años (nací en 1962), sobre todo si nada cambia en la situación política. Sin embargo, la diferencia de edad, cada vez mayor entre nosotros y los niños y jóvenes, también es uno de los motivos. En mi opinión, uno debería seguir teniendo cierta conexión con la juventud, de otra manera, el desgaste de energía se vuelve enorme. Hay que tomar en cuenta, que el potencial de conflicto que este tipo de población traumatizada trae consigo es un desafío constante para cualquier educador y, de hecho, siempre ha significado un riesgo para la continuidad del proyecto. Un gramo de marihuana encontrado por la policía antidroga en la casa o el más mínimo indicio de abuso sexual entre los beneficiarios habría sido una buena excusa para que las autoridades cerraran el proyecto para siempre. Guisela y yo hemos estado trabando bajo esta presión, a veces casi insoportable, durante décadas y creo que es más que comprensible que ahora nos gustaría tener una vida un poco más tranquila.
Así que ya ven que el problema no puede resolverse haciendo que una buena alma diga "donaré el doble", porque literalmente hemos sido ahogados por una guerra en tres "frentes": burocracia - financiación - educación. Lamentablemente, la tendencia es irreversible. Todo suena terriblemente sobrio y pragmático, pero no lo es, porque pueden imaginarse cómo nos sentimos Guisela y yo al tener que concluir nuestro proyecto de vida de esta manera después de tanto tiempo de trabajo ininterrumpido. Lo que más nos duele son las niñas y los niños y jóvenes que todavía están con nosotros, con los que hemos construido fuertes relaciones personales a lo largo del tiempo y a los que ahora tenemos que abandonar, al menos así nos parece, aunque intentaremos encontrar un lugar digno para cada uno, como ya hemos mencionado.
Nunca hemos conceptuado estas cartas circulares para pedir plata, sino tenían el objetivo de informarles sobre nuestras actividades y también algo sobre la situación política y social en país, pero ahora tengo que pedirles que no suspendan las donaciones, porque por lo menos la residencia estudiantil Luis Espinal continuará con su trabajo. En los últimos diez años, a través de un sistema de becas, ha permitido a docenas de jóvenes recibir formación profesional y convertirse en miembros útiles de la sociedad. Sería bueno que todos los que han comenzado, pudieran completar su formación. Esta carta tampoco es una carta de despedida, seguiremos escribiendo regularmente en el futuro sobre el trabajo y desarrollo de las cosas.
Un gran agradecimiento especial a todos los que nos han apoyado en esta gestión. ¡Sin ustedes nuestro trabajo no habría sido posible durante 32 años!
Muchos saludos desde Bolivia
Stefan y Guisela
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